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Trabajo en equipo: juntando las piezas para el logro
noviembre 23, 2023Sin duda alguna, uno de los retos más grandes para un líder es saber delegar, y hacerlo de una forma efectiva es fundamental si queremos formar equipos de trabajo exitosos, fuertes y poder cumplir con nuestros objetivos dentro de la organización.
Una delegación efectiva se enfoca en depositar responsabilidades y tareas a los miembros del equipo adecuados, no solamente con el fin de liberar la carga del líder, sino de promover un entorno de crecimiento, desarrollo y eficiencia en toda la empresa. Cuando se hace de manera correcta, empodera al equipo y cultiva un sentido de pertenencia y responsabilidad.
A pesar de los claros beneficios de la delegación efectiva, es muy común que algunos líderes sientan miedo a perder el control o a la posible disminución de la calidad del trabajo. Sin embargo, es esencial comprender que la delegación no implica renunciar al control total, sino más bien transferir la responsabilidad mientras se mantiene la supervisión.
Hace algunos años leí sobre el caso de la multinacional Procter & Gamble (P&G), y como enfrentó este dilema en su proceso de expansión internacional. Cuando A.G. Lafley se convirtió en CEO, reconoció la importancia de la delegación para permitir la innovación y el crecimiento en mercados extranjeros. Para ello, implementó una estructura de delegación cuidadosamente diseñada, permitiendo que los líderes locales tomaran decisiones adaptadas a las particularidades de cada mercado. Esto no solo agilizó las operaciones globales de P&G, sino que también empoderó a los equipos locales y fomentó la creatividad en el proceso.
A lo largo de mi intervención en distintas empresas, he detectado ciertos principios claves a seguir para llevar a cabo una delegación efectiva:
-Elección correcta, asignando tareas basadas en las fortalezas y habilidades de los miembros del equipo.
-Comunicación clara, explicando con claridad los objetivos, expectativas y plazos.
-Confianza en los miembros del equipo para tomar decisiones informadas y permitirles cierto grado de autonomía. Esto construye confianza mutua y fomenta la responsabilidad.
– Mantener un nivel de supervisión que garantice el progreso y la calidad, pero sin microgestionar, lo que podría desalentar a los empleados.
La delegación efectiva es un componente clave para el éxito y el crecimiento de la gestión de un líder, y por consiguiente de la empresa. Con una distribución inteligente de responsabilidades, podremos liberar el potencial de los miembros del equipo y generar un entorno de innovación y eficiencia.